Desde siglos anteriores la figura del Arcángel San Miguel ha cobrado valor en la religión católica mediante los esfuerzos de diversos sacerdotes y santos padres como el papa León XIII que comenzó la costumbre de orar a San Miguel Arcángel durante la eucaristía, Juan Pablo II en 1984 reafirmó estas oraciones y aconsejo a todos los creyentes a que estas plegarias cobraran importancia en su día a día y que verían un cambio significativo en el acontecer de estos católicos, ya que el Arcángel San Miguel es el medio entre el bien el mal, luchador inquebrantable que expulso a Satanás y puso su bota sobre él.

Los atributos de San Miguel

Su escudo tiene la capacidad de ser una muralla de protección ante los peligros que enfrenta la humanidad, la codicia, la envidia, los sentimientos impuros, la lujuria y todos los demás pecados capitales que nos separan del bien. Estas fuerzas del mal impulsadas por el demonio encuentran como vehículo a todas las personas débiles de corazón que no reafirman a Dios en sus mentes y almas, y son estas personas que intentan amenazar a las personas que si viven bajo los designios del señor.

Su espada afilada como las hojas de un diamante puede destruir sin piedad a todos los enviados por satanás, y mandarlos a vivir una pesadilla sin fin. San Miguel Arcángel actúa siempre bajo el poder de Dios no toma decisiones por sí mismo, y en su rol de siervo cumple a cabalidad con sus obligaciones de protector y líder de los ejércitos del cielo.

Su capa brinda cobijo a toda la humanidad, es invisible ante los ojos del mundo, pero tan poderosa que nos hace invisibles a nosotros mismos de las tentaciones del mal. Es de suave tela y tan reconfortante que, en situación de peligro, a veces hace de estos males imperceptibles ante nuestros ojos.

San Miguel Arcángel y Jesús de Nazaret

En muchos pasajes de la biblia se relaciona a San Miguel con Jesús, es así en el evangelio según San Juan, donde se explica que mientras Jesús predicaba su palabra se encontraba un ángel junto a él.

Este pasaje del evangelio según San Juan, explica que un ángel bajaba a una piscina y agitaba sus aguas, de vez en cuando, y todo aquel que se sumergiera en esa piscina quedaba librado de todo mal.

Oración

Ponte por enfrente de mi

Por detrás de mi

A mi derecha

A mi izquierda

Por arriba y por debajo

Y protégeme de todo mal

Que me quiera separar

de los designios de nuestro señor Jesucristo.

https://www.revistapem.org/wp-content/uploads/2019/09/san-miguel.jpghttps://www.revistapem.org/wp-content/uploads/2019/09/san-miguel-150x150.jpgRedaccionesCultura y OcioDesde siglos anteriores la figura del Arcángel San Miguel ha cobrado valor en la religión católica mediante los esfuerzos de diversos sacerdotes y santos padres como el papa León XIII que comenzó la costumbre de orar a San Miguel Arcángel durante la eucaristía, Juan Pablo II en 1984 reafirmó...Revista PEM para las mujeres, con la información más interesante de la red